Conocemos hoy que El Perdido no tuvo una fundación planificada, sino que surgió de la designación del Señor Fermín Muñoz como Juez de Paz de la ciudad de Tres Arroyos, quién trasladó el asiento de dicho juzgado a su campo “La Flor de El Perdido”. Y se convierte así el paraje en parada de mensajerías de la época, las que conducían pasajeros, carga y también, la correspondencia del Correo Nacional.
Alrededor del año 1900, inmigrantes europeos se asientan en proximidades del arroyo “El Perdido”. Naciendo este curso de agua en los que fueron campos, hace más de 100 años, de don Felipe Lenke, baja este arroyo, que hace gala de su nombre por desaparecer en varias etapas de su recorrido, para terminar en una laguna llamada “Blanca”, hoy, “La Carlota”.
La estación ferroviaria El Perdido no figuraba en la iniciación del ramal Tres Arroyos- Bahía Blanca pero “por el movimiento de la zona, a la altura del km. 586, la empresa del F.C.S., consideró (y así lo resolvió, con fecha 18 de abril de 1901), el Dtor. Gral. De Vías de Comunicación dicta esta resolución: VISTO:…CONSIDERANDO: Que el paraje donde se ha construido la nueva estación intermedia entre las de APARICIO y CORONEL DORREGO, es conocido por EL PERDIDO, se resuelve designar así a la mencionada Estación…O sea, que luego de diez años de inaugurado el ramal, recién se establece la Estación El Perdido (que luego pasará a denominarse José A. Guisasola).
De esta manera, nuestra localidad se constituyó en el pueblo más próximo a Cnel. Dorrego, con las características propias de las poblaciones rurales, que pertenece por igual a los cuarteles VIII y IX, pues la avenida paralela a las vías sirve de divisoria al plano urbano, y separa también ambos cuarteles.
En sus comienzos llegó a contar con una población de aproximadamente 3000 habitantes, que se incrementaba notablemente en tiempos de cosecha, con la llegada de los peones golondrinas. Esto motivaba además, que la actividad fuera intensa en la localidad, que disponía de hoteles y fondas en cantidad suficiente, como para satisfacer las necesidades de la población estable y transitoria.
El espíritu religioso de la comunidad de los Alemanes del Volga, inmigrantes afincados en esta comarca (también llamado rusos-alemanes), hizo que se congregaran en un sencillo galpón de chapa del Sr. Juan Dumrauf, a realizar simples ceremonias religiosas. Cristalizándose luego las aspiraciones católicas cuando se refacciona el viejo galpón y se construye la hermosa capilla con que contamos en la actualidad y que llevó el nombre de Nuestra Señora de “La Asunción” y allí se realizan las tradicionales misas dominicales, casamientos, bautismos y comuniones que reúnen a toda la feligresía cristiana de El Perdido.
ACTIVIDAD COMERCIAL (AÑO 1929)
Dentro del desarrollo económico tienen un lugar preponderante las casas de Acopio de Cereales y Ramos Generales, como también los Grandes Almacenes. Ya en los anuarios de la época figuran, entre otras: Casa Loydi & Cía., los almacenes de Alberto Atala, Dumrauf Hnos., Thorvald Biarkow, Julio Corral, González- Fernández & Cía., Tiburcio Gutiérrez & Cía., Vda. De Martínez, Montiel Trejo, Julio Rodríguez, etc.
Un párrafo aparte nos merece el almacén de Ramos Generales Balda Hnos. & Cía., que aún mantiene abierta sus puertas y continúa ofreciendo sus productos a la amplia clientela, no sólo local, sino de la zona. Siendo en la provincia de Buenos Aires uno de los pocos que subsiste y concentra la mayor actividad comercial y de acopio de cereales, constituyendo en ésta la principal fuente de trabajo.
Siguiendo con la enumeración tenemos Bares y Confiterías como el de José Lársen y José Moller; las carnicerías de Felipe Beroiz, Posiano Gómez y González Hnos.; las panaderías Bruno González y Hernández Hnos.
Además se mencionan las carpinterías de Guillermo Jensen y Pedro Sorensen; los constructores Francisco Nonell y Andrés Urra.
En el ramo Farmacia figuran Enrique & Botta y Ciriaco Neyra, y en el de Herrería, Martín Madsen.
Los hoteles que existían eran: “Comercio”, “Hotel Central” y “La Prensa”.
Entre las fábricas se destaca una de ladrillos de Francisco García Prado.
En talleres Mecánicos, aparece en primer lugar, el de Fernando Hall.
Entre los profesionales, ejercían como médicos, Cirujano Felipe Jascalevich y Alberto Mallo y como partera Aurelia Diez.
CRONOLOGÍA DE LAS INSTITUCIONES LOCALES
En 1905 comienza a funcionar la Escuela N° 4, en un local de chapa y madera, ubicado en el campo del Sr. Pablo Centenaro. Fue su primera directora la Sra. Josefina Sirone de González.
En 1909, aparecen los siguientes servicios: Correo, encargado, Francisco Loydi; Destacamento de Policía, Escribiente Antonio Barbieri; Alcaldía, Alcalde Genaro Costa; Teléfono “La Bahiense”, encargado, J. M. Sarasola.
En 1916 un grupo de fervientes seguidores del fútbol, con la Presidencia de Sebastián Costa, crea el Club Atlético “Los Invencibles”, institución que ha desaparecido.
En 1918, el 1 de noviembre, nace el Club Atlético y Recreativo Progreso, cuando un grupo de vecinos bajo la presidencia del Sr. Pedro Balda se reunieron y deliberaron sobre la forma más conveniente de encarar la fundación de una sociedad de carácter social y deportivo. Esta institución pasó a ocupar un lugar de privilegio y se convirtió en un centro obligado de la vida social de El Perdido y la zona.
En 1922 es Delegado Municipal Don Luis Sirone.
El primer médico municipal fue nombrado en 1924, recayendo el cargo en el Dr. Domingo A. Lucano. En ese mismo año, nuestra Escuela N°4 se traslada a su actual edificio, simultáneamente se constituyó la primera Asociación Cooperadora Escolar, siendo su primer presidente el Sr. Juan Martirena.
En 1928, luego de numerosas controversias entre vecinos y funcionarios del ferrocarril que querían imponer el nombre de Francisco Meeks (empleado de esa dependencia), pasó a llamarse definitivamente, Estación Ferroviaria José A. Guisasola, en reconocimiento de la población a quién donara parte de las tierras destinadas a la Plaza Central y a Edificios Públicos.
En 1929 comienza a funcionar en su actual edificio la Delegación Municipal.
En 1930 los Sres. Rago y Grasa instalaron una usina eléctrica para proveer de energía a la localidad.
En 1934, para rivalizar con el Club A. y R. Progreso, se funda el Club “Los Indios”, de escasa duración en el tiempo.
En 1936 se habilita el Cementerio Local.
En 1958, como consecuencia del notable aumento de la población escolar y para prevenir posibles accidentes por el cruce de las vías férreas, se crea la Escuela Primaria N°23, ejerciendo como primera directora la Sra. Noemí D’ Annunzio.
En 1964 comienza a prestar servicios la Sala de Primeros Auxilios en dependencias de la Delegación Municipal, siendo su primer director el Dr. Pedro Juan Testani. En 1969 esta Unidad Sanitaria se traslada al Edificio donde funciona actualmente, edificado con el aporte de toda la Comunidad.
En 1970, se crea el Jardín de Infantes N°902 “Constancio C. Vigil”, bajo la dirección de la Srta. Cristina Ganuza, que funcionó en dependencias de la Delegación Municipal hasta su traslado definitivo al ex edificio de la extinta Escuela N°23 en el año 1981.
En el año 1981, se produjo la fusión de los dos Establecimientos Escolares Primarios, quedando la Escuela Primaria N°4.
En el año 1982, y por impulso de Bibliotecas Rurales Argentinas y la Agencia de Extensión Cultural del INTA Coronel Dorrego, nace la Biblioteca Popular José A. Guisasola, que funciona en un primer momento en una dependencia de la Delegación Municipal.
En sus comienzos contaba con 310 volúmenes donados por Bibliotecas Rurales Argentinas, en la actualidad ese número supera los 9000 ejemplares. También realiza diversas actividades de extensión cultural y acompaña en actividades culturales a las demás instituciones, a la Dirección de Cultura y a la Delegación Municipal. Cada año participa de la Feria Internacional del Libro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el mes de septiembre de 1985 se crea el Centro de Jubilados y Pensionados bajo la Presidencia de Don Adolfo Gutiérrez Álamo; institución hoy dedicada a tareas que tienen que ver con el sostenimiento de nuestros adultos mayores a través de talleres, y colaborando con Asistencias Técnicas Municipales.
El 1º de septiembre del año 1991 fue creada la Agrupación Gaucha Los de Fierro. Dedicada a sostener fuertemente las tradiciones de nuestra nación y ejerciendo una labor solidaria destacable. Siempre estarán presentes cuando una Institución lo requiera con la finalidad de recaudar fondos, o cuando algún vecino necesite una mano gaucha.
El 7 de octubre de 2005 comienza a funcionar la Escuela Secundaria Básica Nº 1 con el 3º Ciclo que se desprende de la Escuela Nº 4. En el año 2009 se incorpora el cuarto año con orientación en Ciencias Naturales para así progresivamente completar el ciclo. En el año 2010 se confirma definitivamente la Escuela Secundaria Nº 3 en la localidad de El Perdido, bajo la Dirección de la Prof. Doris Cecilia Etzel.
En septiembre del año 2008 se reúnen por primera vez para rendir honor a sus antepasados, los descendientes de los Alemanes del Volga, generando una fiesta Anual que ya es tradición en la localidad.
El 18 de abril de 2012, queda oficialmente inaugurado el Destacamento de Bomberos Voluntarios en la Localidad de El Perdido, dependiente del Cuartel de Bomberos de la Ciudad de Cnel. Dorrego.
Alrededor del año 1900, inmigrantes europeos se asientan en proximidades del arroyo “El Perdido”. Naciendo este curso de agua en los que fueron campos, hace más de 100 años, de don Felipe Lenke, baja este arroyo, que hace gala de su nombre por desaparecer en varias etapas de su recorrido, para terminar en una laguna llamada “Blanca”, hoy, “La Carlota”.
La estación ferroviaria El Perdido no figuraba en la iniciación del ramal Tres Arroyos- Bahía Blanca pero “por el movimiento de la zona, a la altura del km. 586, la empresa del F.C.S., consideró (y así lo resolvió, con fecha 18 de abril de 1901), el Dtor. Gral. De Vías de Comunicación dicta esta resolución: VISTO:…CONSIDERANDO: Que el paraje donde se ha construido la nueva estación intermedia entre las de APARICIO y CORONEL DORREGO, es conocido por EL PERDIDO, se resuelve designar así a la mencionada Estación…O sea, que luego de diez años de inaugurado el ramal, recién se establece la Estación El Perdido (que luego pasará a denominarse José A. Guisasola).
De esta manera, nuestra localidad se constituyó en el pueblo más próximo a Cnel. Dorrego, con las características propias de las poblaciones rurales, que pertenece por igual a los cuarteles VIII y IX, pues la avenida paralela a las vías sirve de divisoria al plano urbano, y separa también ambos cuarteles.
En sus comienzos llegó a contar con una población de aproximadamente 3000 habitantes, que se incrementaba notablemente en tiempos de cosecha, con la llegada de los peones golondrinas. Esto motivaba además, que la actividad fuera intensa en la localidad, que disponía de hoteles y fondas en cantidad suficiente, como para satisfacer las necesidades de la población estable y transitoria.
El espíritu religioso de la comunidad de los Alemanes del Volga, inmigrantes afincados en esta comarca (también llamado rusos-alemanes), hizo que se congregaran en un sencillo galpón de chapa del Sr. Juan Dumrauf, a realizar simples ceremonias religiosas. Cristalizándose luego las aspiraciones católicas cuando se refacciona el viejo galpón y se construye la hermosa capilla con que contamos en la actualidad y que llevó el nombre de Nuestra Señora de “La Asunción” y allí se realizan las tradicionales misas dominicales, casamientos, bautismos y comuniones que reúnen a toda la feligresía cristiana de El Perdido.
ACTIVIDAD COMERCIAL (AÑO 1929)
Dentro del desarrollo económico tienen un lugar preponderante las casas de Acopio de Cereales y Ramos Generales, como también los Grandes Almacenes. Ya en los anuarios de la época figuran, entre otras: Casa Loydi & Cía., los almacenes de Alberto Atala, Dumrauf Hnos., Thorvald Biarkow, Julio Corral, González- Fernández & Cía., Tiburcio Gutiérrez & Cía., Vda. De Martínez, Montiel Trejo, Julio Rodríguez, etc.
Un párrafo aparte nos merece el almacén de Ramos Generales Balda Hnos. & Cía., que aún mantiene abierta sus puertas y continúa ofreciendo sus productos a la amplia clientela, no sólo local, sino de la zona. Siendo en la provincia de Buenos Aires uno de los pocos que subsiste y concentra la mayor actividad comercial y de acopio de cereales, constituyendo en ésta la principal fuente de trabajo.
Siguiendo con la enumeración tenemos Bares y Confiterías como el de José Lársen y José Moller; las carnicerías de Felipe Beroiz, Posiano Gómez y González Hnos.; las panaderías Bruno González y Hernández Hnos.
Además se mencionan las carpinterías de Guillermo Jensen y Pedro Sorensen; los constructores Francisco Nonell y Andrés Urra.
En el ramo Farmacia figuran Enrique & Botta y Ciriaco Neyra, y en el de Herrería, Martín Madsen.
Los hoteles que existían eran: “Comercio”, “Hotel Central” y “La Prensa”.
Entre las fábricas se destaca una de ladrillos de Francisco García Prado.
En talleres Mecánicos, aparece en primer lugar, el de Fernando Hall.
Entre los profesionales, ejercían como médicos, Cirujano Felipe Jascalevich y Alberto Mallo y como partera Aurelia Diez.
CRONOLOGÍA DE LAS INSTITUCIONES LOCALES
En 1905 comienza a funcionar la Escuela N° 4, en un local de chapa y madera, ubicado en el campo del Sr. Pablo Centenaro. Fue su primera directora la Sra. Josefina Sirone de González.
En 1909, aparecen los siguientes servicios: Correo, encargado, Francisco Loydi; Destacamento de Policía, Escribiente Antonio Barbieri; Alcaldía, Alcalde Genaro Costa; Teléfono “La Bahiense”, encargado, J. M. Sarasola.
En 1916 un grupo de fervientes seguidores del fútbol, con la Presidencia de Sebastián Costa, crea el Club Atlético “Los Invencibles”, institución que ha desaparecido.
En 1918, el 1 de noviembre, nace el Club Atlético y Recreativo Progreso, cuando un grupo de vecinos bajo la presidencia del Sr. Pedro Balda se reunieron y deliberaron sobre la forma más conveniente de encarar la fundación de una sociedad de carácter social y deportivo. Esta institución pasó a ocupar un lugar de privilegio y se convirtió en un centro obligado de la vida social de El Perdido y la zona.
En 1922 es Delegado Municipal Don Luis Sirone.
El primer médico municipal fue nombrado en 1924, recayendo el cargo en el Dr. Domingo A. Lucano. En ese mismo año, nuestra Escuela N°4 se traslada a su actual edificio, simultáneamente se constituyó la primera Asociación Cooperadora Escolar, siendo su primer presidente el Sr. Juan Martirena.
En 1928, luego de numerosas controversias entre vecinos y funcionarios del ferrocarril que querían imponer el nombre de Francisco Meeks (empleado de esa dependencia), pasó a llamarse definitivamente, Estación Ferroviaria José A. Guisasola, en reconocimiento de la población a quién donara parte de las tierras destinadas a la Plaza Central y a Edificios Públicos.
En 1929 comienza a funcionar en su actual edificio la Delegación Municipal.
En 1930 los Sres. Rago y Grasa instalaron una usina eléctrica para proveer de energía a la localidad.
En 1934, para rivalizar con el Club A. y R. Progreso, se funda el Club “Los Indios”, de escasa duración en el tiempo.
En 1936 se habilita el Cementerio Local.
En 1958, como consecuencia del notable aumento de la población escolar y para prevenir posibles accidentes por el cruce de las vías férreas, se crea la Escuela Primaria N°23, ejerciendo como primera directora la Sra. Noemí D’ Annunzio.
En 1964 comienza a prestar servicios la Sala de Primeros Auxilios en dependencias de la Delegación Municipal, siendo su primer director el Dr. Pedro Juan Testani. En 1969 esta Unidad Sanitaria se traslada al Edificio donde funciona actualmente, edificado con el aporte de toda la Comunidad.
En 1970, se crea el Jardín de Infantes N°902 “Constancio C. Vigil”, bajo la dirección de la Srta. Cristina Ganuza, que funcionó en dependencias de la Delegación Municipal hasta su traslado definitivo al ex edificio de la extinta Escuela N°23 en el año 1981.
En el año 1981, se produjo la fusión de los dos Establecimientos Escolares Primarios, quedando la Escuela Primaria N°4.
En el año 1982, y por impulso de Bibliotecas Rurales Argentinas y la Agencia de Extensión Cultural del INTA Coronel Dorrego, nace la Biblioteca Popular José A. Guisasola, que funciona en un primer momento en una dependencia de la Delegación Municipal.
En sus comienzos contaba con 310 volúmenes donados por Bibliotecas Rurales Argentinas, en la actualidad ese número supera los 9000 ejemplares. También realiza diversas actividades de extensión cultural y acompaña en actividades culturales a las demás instituciones, a la Dirección de Cultura y a la Delegación Municipal. Cada año participa de la Feria Internacional del Libro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el mes de septiembre de 1985 se crea el Centro de Jubilados y Pensionados bajo la Presidencia de Don Adolfo Gutiérrez Álamo; institución hoy dedicada a tareas que tienen que ver con el sostenimiento de nuestros adultos mayores a través de talleres, y colaborando con Asistencias Técnicas Municipales.
El 1º de septiembre del año 1991 fue creada la Agrupación Gaucha Los de Fierro. Dedicada a sostener fuertemente las tradiciones de nuestra nación y ejerciendo una labor solidaria destacable. Siempre estarán presentes cuando una Institución lo requiera con la finalidad de recaudar fondos, o cuando algún vecino necesite una mano gaucha.
El 7 de octubre de 2005 comienza a funcionar la Escuela Secundaria Básica Nº 1 con el 3º Ciclo que se desprende de la Escuela Nº 4. En el año 2009 se incorpora el cuarto año con orientación en Ciencias Naturales para así progresivamente completar el ciclo. En el año 2010 se confirma definitivamente la Escuela Secundaria Nº 3 en la localidad de El Perdido, bajo la Dirección de la Prof. Doris Cecilia Etzel.
En septiembre del año 2008 se reúnen por primera vez para rendir honor a sus antepasados, los descendientes de los Alemanes del Volga, generando una fiesta Anual que ya es tradición en la localidad.
El 18 de abril de 2012, queda oficialmente inaugurado el Destacamento de Bomberos Voluntarios en la Localidad de El Perdido, dependiente del Cuartel de Bomberos de la Ciudad de Cnel. Dorrego.
Texto: Delegación Municipal El Perdido.
Foto: ©María Pía Corral, 2016
Foto: ©María Pía Corral, 2016
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